Se cortan los aguacates por la mitad, a lo largo, se saca el hueso y con una cuchara la pulpa de los aguacates, a la que se habrá rociado de limón para que no se oxiden.

Paso 2.

En un bol se van poniendo los ingredientes picados: La lechuga, el aguacate, la cebolleta y las gambas, se añade un poquito de aceite y sal.

Paso 3.

Se rellenan los aguacates con la mezcla, y encima se adornan con un poco de mayonesa y, opcionalmente, con las huevas de trucha y una gambita, caso de no poner huevas solo con la pequeña gamba.

Es una receta muy sencilla y que puede sacarnos de un apuro en caso de falta de tiempo o súbita aparición de nuevos comensales.